Las intervenciones individualizadas están orientadas a la resolución de conflictos que el individuo entiende como específicos a su funcionamiento personal, si bien siempre pueden estar comprometidas otras esferas como la familiar, la laboral o la social.
El proceso de intervención requiere de una entrevista inicial que permita la aproximación al problema por el que se demanda ayuda y donde puedan resolverse las primeras dudas sobre la forma de trabajar. Las actuaciones iniciales estarán orientadas a la identificación y evaluación del problema por el que se nos consulta. Tenemos en cuenta la multicausalidad de muchas alteraciones que pueden responder a cambios orgánicos funcionales, a condiciones ambientales o a otros muchos factores, por lo que en ocasiones valoramos la conveniencia de apoyar nuestras intervenciones en las de otros profesionales. Una vez delimitado el problema se fijarán objetivos con el paciente acordes con sus propias necesidades y características específicas, marcando un plan de trabajo por el que se delimiten las intervenciones que vayan a realizarse.
El trabajo que se realiza en consulta se complementa para su mayor eficacia con propuestas terapéuticas para desarrollar en casa con el objetivo de evaluar la efectividad del tratamiento y de fortalecer los recursos personales desarrollados.